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Teoría del Conocimiento de Humberto Maturana

Jun 23, 2020

VIVIR ES CONOCER

 

Las repercusiones de su trabajo, en torno a la teoría del conocimiento, se extiende hasta el mundo de la Educación. En “El árbol del conocimiento” también aborda aspectos clave del proceso educativo, como por ejemplo, la evaluación sobre el conocimiento. En específico, acerca de cómo las expectativas de quien observa intervienen en su evaluación del conocimiento que tiene un tercero sobre un determinado tema.

“La evaluación de si hay conocimiento presente o no, se da siempre en un contexto relacional, en el que los cambios estructurales que las perturbaciones gatillan en un organismo aparecen para el observador como un efecto sobre el ambiente. Es con respecto al efecto que el observador espera cómo valora los cambios estructurales que se gatillan en el organismo.”, escribe en su obra de 1984

“Desde este punto de vista, toda interacción de un organismo, toda conducta observada, puede ser valorada por un observador como acto cognoscitivo. De la misma manera, el hecho de vivir (…) es conocer en el ámbito de existir. Aforísticamente: vivir es conocer”, agrega el académico.

Por otro lado, Maturana resalta el rol del lenguaje como mediador de la percepción y el conocimiento que tenemos sobre el entorno. En sus palabras, “Todos ven verde, pero no todos ven el mismo verde. No sabemos lo que ven, eso es lo que no sabemos, pero todos le ponen el mismo nombre y, si le ponen el mismo nombre, quiere decir que ven lo mismo, porque resulta que el nombre no es lo que está allá, sino lo que le pasa a uno. Entonces, yo pude demostrar que la actividad en la retina se correlaciona con el nombre del color, no con la composición espectral del color”.

 

La teoría de la autopoiesis todavía hoy resulta revolucionaria. ¿De qué manera estos principios pueden contribuir a resolver crisis actuales como la de la democracia y el medioambiente?

 

Cuando distinguimos a un ser vivo lo que distinguimos es un sistema molecular autopoiético. Esto quiere decir que se produce a sí mismo. Lo que planteamos no es una teoría, es nuestra condición de existencia. Y todavía resulta revolucionaria porque sus consecuencias llevan a cambiar todo nuestro entendimiento del lenguaje, del fenómeno de la percepción y, por lo tanto, del vivir y convivir humano, en el conversar, en la reflexión y en la comunicación.

¿Cuáles serían las consecuencias de esto? Ocurre un cambio de mirada al cambiar la pregunta tradicional de la filosofía —que es la pregunta por el Ser— y reemplazarla por la pregunta por el Hacer:

¿Cómo hacemos lo que hacemos los seres humanos en nuestro vivir y convivir?

Lo tradicional es hablar de lo que ocurre con independencia del operar del observador, de la realidad. En nuestro vivir y convivir biológico cultural la existencia surge con la operación de distinción en el operar del observador. En el momento que aparece un ser vivo aparece el nicho que lo hace posible. Ser vivo y nicho surgen juntos en coherencia operacional, en una unidad ecológica organismo-nicho. Este entendimiento contribuye a que seamos conscientes y nos hagamos cargo de que somos generadores de los mundos que vivimos y por lo tanto “somos responsables de cómo convivimos y de lo que conservamos en nuestro convivir”. Si queremos un convivir democrático tenemos que convivir en la honestidad, el mutuo respeto, el escucharnos, el conversar, y el reflexionar, dispuestos a corregir nuestros errores, que constituyen el convivir democrático.

Si sabemos que la autopoiesis molecular “es la conservación del vivir de todo ser vivo” […] podemos darnos cuenta de que los seres vivos y los seres humanos somos seres “conservadores”. ¿Qué modo de vivir debemos conservar nosotros los seres humanos entonces, si deseamos un convivir democrático y sustentable?

Con respecto al cambio climático ¿de qué manera lo aborda el libro?, ¿qué preguntas o soluciones plantea?

En la tierra han habido y hay frecuentes cambios climáticos en una recurrencia temporal de duración variable, que es aparente en las capas geológicas que observamos en las excavaciones que hacemos. Lo que es peculiar ahora es que actualmente somos nosotros, los seres humanos, los que aceleramos e intensificamos el ocurrir de esos cambios con lo que hacemos. Y el que comprendamos esto es fundamental para que nuestra conducta ética nos guíe en lo que hacemos en nuestro vivir y convivir cotidiano.

Armonía en el vivir y convivir

De acuerdo con la teoría de la autopoiesis, cada ser vivo opera como un sistema cerrado, ¿de qué forma podemos convivir en comunidad?, ¿qué rol juega, en este proceso de convivencia, el diálogo, el intercambio y la coordinación?

En nuestro vivir y convivir cotidiano decimos que una persona se conduce de manera no ética cuando vemos que ella muestra que no le importa que lo que hace, tenga consecuencias negativas tanto para ella, los otros y otras, como sobre el ámbito ecológico que hace posible la armonía de su vivir y convivir.