Sabemos que los abrazos reconfortan y todos hemos necesitado, al menos una vez, un abrazo para tranquilizarnos y sentirnos queridos. La psicoterapeuta estadounidense, Virginia Satir, quien trabajó toda su vida enfocada en la terapia de familia, afirma en su trabajo que un niño necesita recibir por lo menos 12 abrazos al día para desarrollar un crecimiento normal. Y si la ciencia lo confirma, tenemos motivos de sobra para ponerlos en práctica.

Veamos por qué los abrazos son beneficiosos para el cerebro de un niño.