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Es normal que a la hora de disciplinar a sus hijos, las parejas tengan ciertos desacuerdos. Los niños tienen una gran facilidad para entender y adaptarse a esas diferencias.

Sin embargo, algunos expertos afirman que los niños son más propensos a tener problemas de comportamiento cuando los estilos de crianza de sus padres son muy distintos.

Sabemos que es es prácticamente imposible que tú y tu pareja piensen y actúen de la misma forma. En este artículo, te presentamos algunas estrategias para lograr un acuerdo y evitar guerras de poder que puedan afectar a tus hijos negativamente.

trabajo en equipo
    • Conversen sobre cómo ustedes fueron criados por sus padres cuando niños. Los adultos tendemos a repetir los métodos que usaron nuestros padres. Esto permitirá conocer los estilos de cada uno.
    • Haz preguntas a tu pareja acerca de su manera de disciplinar. Respeta sus ideas y escucha pacientemente sin interrumpir. Si no estás de acuerdo en algo, pregúntate por qué. ¿Tienes algún temor?
    • Pregúntale a tu pareja si tiene objeciones respecto a tu estilo de crianza.
    • Analicen todas las alternativas posibles para crear un plan de disciplina para sus hijos. Hablen sobre las ventajas y desventajas de cada una y acuerden un conjunto de normas. Probablemente, después de unas semanas deberán ajustar estas normas, según necesidad.
    • Resuelvan las disputas que puedan surgir, a medida que vayan probando estrategias. Discutan sus diferencias en privado, procurando que sus hijos no escuchen.
    • Lleguen a un acuerdo y mantengan las mismas reglas. Cuando los padres trabajan en equipo, hay menor probabilidad de enfrentamientos. Nunca critiques a tu pareja delante de los niños.
    • Cuando creas que tu hijo trata de enfrentarlos a ti a y tu pareja («Papá me deja ver una película antes de hacer las tareas»), dile que primero conversarás con su papá y luego tomarán una decisión.
    • Si tu pareja se desanima por no haber podido manejar la situación adecuadamente, muéstrale empatía. Sin juzgar, pregúntale si quiere hablar sobre lo que sucedió.
    • Si tus hijos ya van a la escuela, inclúyanlos en la revisión y creación de las normas, según sus edades y grados de conocimiento. de manera que haya total claridad y mejor disposición de parte de ellos para colaborar en el cumplimiento de lo acordado.
    • Si tu pareja se niega a hablar sobre el tema, no te desanimes, aunque te sea difícil. Pídele hacer un listado de comportamientos de tu hijo que no le gusten y lo que propone para solucionarlos.

     

 

  • Siempre busca entender los puntos de vista de tu pareja y evita pensar que sólo tú tienes la fórmula correcta para disciplinar a tus hijos. Recuerda que la crianza de los hijos es un trabajo de equipo.

 

 

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Alejandra

Alejandra Jiménez

Magíster en Teorías de Aprendizaje de la Lengua Inglesa