En ocasiones, sucede que nuestros objetivos se ven imposibles, o muy difíciles de alcanzar. Por otro lado, no debemos olvidar que los sueños son los que nos motivan a trabajar y luchar día a día. Lo que nos hace exitosos es la constancia y la coherencia que mantenemos en nuestro actuar para lograr nuestras metas.
Fotografía: Julian Jagtenberg
Define tu objetivo
Si sabes con certeza lo que quieres lograr, podrás establecer y planificar eficientemente los pasos a seguir durante todo el proceso. Es fundamental que primero conozcas tus fortalezas y debilidades y trabajes en tu desarrollo personal, de manera que asegures tu éxito profesional.
Comprométete con tu objetivo
Una vez que tu objetivo está claro, hazte responsable de lo que quieres lograr y comprométete a no rendirte ante los problemas que eventualmente se puedan presentar en el trayecto; todo lo contrario, busca soluciones, vuelve a intentarlo y sé persistente.
Desarrolla tus capacidades
Reconoce cuáles son tus capacidades y continúa desarrollándolas, ya que ellas te permitirán alcanzar lo que deseas exitosamente.
Enfrenta tus miedos
Para dar un paso tan importante, debes encarar los temores que te hacen dudar al tomar decisiones. Tener miedo es normal cuando se trata de lograr metas; de hecho, el miedo es indicador de que el objetivo que quieres alcanzar es relevante.
No busques pretextos absurdos
Si algo no sucede como lo esperabas, evita buscar excusas para escudarte; lo único que consigues con esto es distraerte y perder el foco. No pierdas el tiempo y utiliza tus capacidades para seguir adelante.
Complementa tus metas con tu vida privada
Es muy importante que tu vida laboral sea consonante con tu vida personal. Recuerda que tanto las cosas positivas como las negativas se reflejan de un lado al otro.
Escucha la voz de la experiencia
Escucha a aquéllos que han logrado sus objetivos. Sus consejos pueden alumbrar tu camino hacia tus metas.
Disfruta el proceso
Seguramente, en ocasiones te será difícil seguir adelante. Fortalécete pensando en todas las cosas buenas que han sucedido en el camino y toma consciencia de hasta dónde has llegado.
No te rindas
Aprende de las derrotas e inténtalo de nuevo, de una manera distinta y con mayor energía. Rescata lo bueno de la experiencia fallida y utilízalo en el siguiente intento.
Sueña despierto
El primer paso para comenzar a trabajar por tus sueños es visualizarlos. Cuando sueñas despierto, te llenas de fuerzas para tomar las determinaciones que necesitas para hacer realidad esos sueños. Sin embargo, no olvides tener siempre los pies en la tierra.
No importa qué tan grande sea tu sueño; si es importante para ti, tienes la capacidad para alcanzarlo.
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Alejandra Jiménez
Magíster en Teorías de Aprendizaje de la Lengua Inglesa