Es completamente normal que en ocasiones te sientas sobrepasado por trabajo u obligaciones de la vida cotidiana y sin fuerzas para continuar. Pero el estrés que esto te genera, si no tomas el control sobre la situación, puede afectar negativamente tus emociones y las relaciones con los demás.
En este artículo, te entregamos algunos consejos que te ayudarán a superar ese sentimiento que consume tu energía y así tomar las riendas nuevamente; todo esto, a través de la práctica de hábitos saludables y el contacto con la naturaleza.
Fotografía: Vanessa García
El estrés es una respuesta fisiológica ante situaciones de peligro, en la cual el cuerpo se predispone a evitar un ataque o bien a huir.
En la medida que logres tomar consciencia de las cosas que te estresan y aquello que te quita fuerzas, podrás enfrentarte a ellas de manera exitosa.
Recárgate de energía solar: El cuerpo humano también necesita recargar sus baterías. Algo tan simple como tomar sol (con una adecuada protección), pasear por un área verde, una suave caminata descalzo sobre la arena de la playa, practicar algún deporte o hacer ejercicio al aire libre, te nutren con energía de la naturaleza.
Relaja tu cuerpo y tu mente al aire libre: En un parque, o en cualquier lugar tranquilo, busca una posición cómoda y practica relajación y meditación. Al tomar consciencia de tu respiración, de tu cuerpo y de tu mente lograrás mejorar tu atención, tu concentración y, en consecuencia, tu rendimiento.
Disfruta la naturaleza con tu gente favorita: No todas las personas de tu entorno te hacen bien; algunos te aportan energía y positividad, mientras que otros te agotan con su negatividad. Aprende a diferenciarlas y planifica paseos a la playa, a la montaña, o a un bosque, con quienes contribuyen a tu bienestar.
Aliméntate naturalmente: Mejora tus hábitos alimenticios, disminuyendo el consumo de alimentos procesados y aumentando en tu dieta la cantidad de frutas y verduras frescas. Los alimentos en su forma natural conservan todas sus propiedades y aportan más vitaminas a nuestro cuerpo.
Rodéate de flora y fauna: Al igual que con las plantas, el contacto con los animales es una excelente terapia para terminar con el estrés. Si tienes una mascota, dedica más tiempo para pasear o jugar con ella. En el caso contrario, visita lugares donde puedas pasar algún tiempo tranquilo observando aves, insectos y otras especies en su hábitat natural. Recuerda siempre mantenerte en silencio y respetar sus espacios.
Son muy pocas las personas que pueden decir que nunca han experimentado periodos de agotamiento y estrés. La buena noticia, es que todos tenemos la habilidad para poner en práctica aquellos hábitos saludables que nos permiten lograr tomar nuevamente el control sobre estos sentimientos negativos.
