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Las emociones son ventajas adaptativas naturales del ser humano que reflejan lo que sentimos. Influyen en todos los aspectos de nuestra vida; la manera en que nos relacionamos con los demás, cómo enfrentamos los desafíos y la forma en que vemos el mundo.

Por lo general, tendemos a no poner atención a nuestras emociones y creemos que son debilidades que debemos esconder o eliminar.

¿Por qué nos cuesta tanto aceptar y manejar ciertas emociones? La rabia, el miedo y la tristeza son las emociones más difíciles de gestionar y conforman la llamada “constelación oscura”. Cuando experimentamos estas emociones, creemos que son algo negativo y las bloqueamos.

 

Emociones

FotografíaKat Smith

 

 

Estrategias para gestionar las emociones difíciles

 

Podemos aprender a manejar nuestras emociones difíciles y también ayudar a otros cuando las experimentan. La clave está en dar permiso a las emociones, poniendo límites en las conductas. No sirve de nada decir «no te enojes»; es mejor decir «yo también siento rabia algunas veces», poniendo cuidado en la conducta.

Estos cuatro pasos te ayudarán a enfrentar tus emociones difíciles y gestionarlas de manera apropiada:

  • Acoge tus emociones: Los sentimientos son parte de ti; no los reprimas.
  • Identifica lo que sientes: Realiza un escáner emocional e intenta nombrar al menos tres emociones que componen tu estado de ánimo.
  • Traduce la información: Es importante que trates de entender la información que contiene cada emoción para encontrar la causa que la provoca. Por ejemplo, el miedo es señal de que estás experimentando algún peligro; el enojo puede ser producto de que sobrepasaste tus propios límites.
  • Actúa consecuentemente: Si, por ejemplo, estás enojado con alguien y al traducir tus emociones te das cuenta de que esa persona te provoca inseguridad, actúa en consecuencia trabajando tu inseguridad e intenta conocer mejor a esa persona para mejorar la relación.

 

Es fundamental que te des permiso para sentir, pero también debes gestionar tus emociones ejecutando las acciones correspondientes. En ocasiones, puedes llegar a la conclusión de que no necesitas realizar ninguna acción, entonces surgirá una nueva emoción que probablemente será más adaptativa. Debes poner atención en todas tus emociones si quieres mejorar tu bienestar.

Las emociones más difíciles te dan la oportunidad de lograr aprendizajes significativos. Si evitas las emociones y no las experimentas, te estarás privando de adquirir estos aprendizajes y correrás el riesgo de vivir tu vida repitiendo patrones de conducta.

 

“No existen emociones positivas o negativas, sino emociones útiles y emociones que no lo son”. Gaspar Hernández, periodista, escritor y autor de La Mujer que no Sabía Llorar.

«Sea cual sea el estado emocional que atravieses, siempre debes darte el permiso para vivirlo”.  Mercè Conangla, creadora del Máster de Ecología Emocional y coautora de La Fuerza de la Gravitación Emocional.

 

 

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Jani 2

Alejandra Jiménez

Magíster en Teorías de Aprendizaje de la Lengua Inglesa