Cada año, el pueblo Mapuche celebra el inicio de un nuevo ciclo, Wiñol Tripantu, Wiñoy Tripantu o We Tripantu, teniendo lugar el 21 de junio, día del solsticio de invierno en el hemisferio sur.
Fotografía: Política Indígena Noticias
El 21 de junio es el día en que el sol se encuentra más lejos de la tierra y se le conoce como «solsticio de invierno», siendo la noche más larga y el día más corto del año. El pueblo mapuche celebra esta fecha sagrada reuniéndose desde el ocaso hasta después del amanecer para reflexionar, conversar con los antepasados, compartir experiencias y renovar su compromiso con su origen, historia y territorio.
Cada 21 de junio, el ciclo natural se renueva y los días comienzan a tener procesos diferentes, finalizando el tiempo de cosecha y empezando el tiempo de siembra. Las comunidades mapuches celebran el ciclo natural y no el impuesto por el calendario gregoriano, ya que a partir de esta fecha los días comienzan a ser cada vez más largos.
Dependiendo de la localización de cada comunidad (andina, valles, mesetas, costa, ríos), la ceremonia se celebra entre el 21 y el 24 de junio.
Ceremonia Wiñol Tripantu
En la ceremonia Wiñol Tripantu participan las comunidades completas, desde recién nacidos hasta ancianos, y la comunidad anfitriona designa un lugar sagrado para la reunión. En ella, las familias celebran juntas la amistad realizando ofrendas a la tierra, cantando, escuchando historias y compartiendo alimentos.
Los líderes espirituales (Kimche), son quienes planifican la ceremonia anticipadamente y los Lonkos de cada comunidad acuerdan los temas de actualidad y espirituales que se tocarán alrededor del fuego sagrado.
La ceremonia inicia presentando las banderas y dando a conocer todos los invitados. Después comparten una merienda y preparan la cena comunitaria, que incluye comidas calientes y bebidas típicas de la zona. Al ponerse el sol, encienden una fogata que permanecerá encendida hasta el día siguiente a mediodía.
Luego de la cena, tiene lugar una observación cósmica, enfocándose en una constelación que los mapuches llaman «Prapagnaw», la cual se encuentra justo arriba en un punto central. A continuación, se realizan cantos colectivos y los más ancianos relatan historias relacionadas con temas culturales, filosóficos y políticos del pueblo mapuche. Entonces, se hace una puesta en común acerca de la situación que afecta a cada comunidad.
Regreso del Sol
Continuando con la celebración, antes de que el sol aparece y hasta que amanece, las comunidades realizan un ruego colectivo, en el cual se conectan de manera muy íntima con los espíritus de sus antepasados, para agradecerles y pedir por sus necesidades.
Para finalizar, después de la salida del sol, comparten un desayuno y despiden la ceremonia con un Katan Kawin, abrazados. Cada comunidad regresa a su territorio agradecida y fortalecida para continuar la histórica lucha por sus territorios y libertad de identidad propia.
Fuente: Instituto Nacional de Asuntos Indígenas
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