¿Cómo puedo saber si mi niño tiene un trastorno del aprendizaje?
Los niños tienen su propio ritmo y estilo para aprender. Pero si tu hijo tiene muchas dificultades para hablar o aprender los números y las letras, quizás tenga un trastorno del aprendizaje. Estos trastornos afectan la forma en la que el cerebro procesa la información. Es por eso que el entender algunos conceptos resulta muy difícil.
Un niño con un trastorno del aprendizaje quizás entienda perfectamente la trama de un libro que lee. Pero es probable que, si le haces una pregunta sobre lo que acaba de leer, no te responda, ya que le costará mucho trabajo. Además puede ser que tu pequeño te diga con mucha facilidad el alfabeto de corrido, de la A a la Z. Sin embargo, no será capaz de nombrar las letras del alfabeto por separado. Puede ser común además que el pequeño tenga dificultad para armar un rompecabezas o atarse los cordones de sus zapatos.
Los niños con trastornos del aprendizaje generalmente tienen una inteligencia normal o por encima de lo normal pero les cuesta expresar lo que saben. Debido a que los niños con trastornos del aprendizaje tienen dificultad para aprender ciertas materias, a menudo sienten frustración y enojo. Además es común que tengan una autoestima baja e incluso sufran de depresión. Quizás tu niño sepa bien lo que quiere lograr, decir, escribir o hacer pero conseguirlo no le resultará fácil.
«Por algún motivo, la información que ingresa por los ojos y los oídos de los niños con trastornos del aprendizaje, no se traduce correctamente. Por lo tanto, la respuesta que surge del niño no es la apropiada”, dice Ron Liebman, psiquiatra infantil de Lynnewood, Pensilvania. «Me refiero a niños con coeficiente intelectual normal», añade.
¿Cuáles son las señales de un trastorno del aprendizaje en niños de 5 años o menores?
Los trastornos del aprendizaje generalmente se agrupan en tres categorías:
- Trastornos del habla o lenguaje.
- Problemas para leer, escribir y aprender matemáticas.
- Y otra serie de trastornos tales como problemas de coordinación, motricidad o memoria.
A veces es evidente que un niño tiene una determinada discapacidad, como dislexia o discalculia. La dislexia afecta la capacidad de leer y la discalculia impacta de manera negativa la habilidad de aprender matemáticas. Es común que los niños sufran una combinación de distintos trastornos.
Los trastornos por déficit de atención no son trastornos del aprendizaje propiamente dichos. Pero los niños con discapacidades del aprendizaje generalmente también manifiestan problemas de falta de atención.
Entre los signos que podrían indicar un trastorno del aprendizaje en niños menores de 5 años, se incluyen:
- Retraso del habla.
- Problemas de pronunciación.
- Dificultad para aprender nuevas palabras.
- Dificultad para aprender a leer.
- Dificultad para aprender los números, el alfabeto, los días de la semana o los colores y figuras geométricas.
- Falta de concentración.
- Dificultad para seguir instrucciones.
- Dificultad para sostener correctamente el crayón o la lapicera.
- Dificultad para abotonar, subir cierres o cremalleras y atar cordones.
¿Cómo puedo evaluar a mi niño?
Existe controversia en cuanto al diagnóstico de los trastornos del aprendizaje. Algunos expertos en el tema creen que este trastorno se diagnostica más de lo que se debería. Diagnosticar trastornos del aprendizaje en niños pequeños puede ser controvertido, ya que a esa edad los pequeños aprenden a ritmos totalmente diferentes. De acuerdo con Liebman, no se puede llegar a un buen diagnóstico hasta que el niño esté en tercer grado de primaria.
De cualquier manera se recomienda que tengas en cuenta cualquier preocupación o inquietud que sientas respecto a tu hijo. Un buen diagnóstico y la intervención temprana son cruciales y pueden tener un gran impacto en el futuro académico de tu niño.
Si estás preocupada por la capacidad de tu hijo para leer, escribir o hablar, conversa con personas que lo conocen, como por ejemplo, con su maestra. Los maestros suelen detectar rápidamente los indicios tempranos de un trastorno del aprendizaje. Coméntaselo también al pediatra de tu hijo.
En muchos casos, lo que parece ser un trastorno del aprendizaje no es más que un retroceso momentáneo, y tu hijo pronto logrará ponerse al mismo nivel que el resto de los niños. Pero tampoco es bueno simplemente esperar y ver qué pasa. Le harás un favor a tu hijo si confías en tus instintos y hablas con su maestra o doctor acerca de la posibilidad de hacerle una evaluación.
Tu niño necesitará un examen formal para saber con certeza si tiene algún problema. Esto, por lo general, lo lleva a cabo un sicólogo, un neurosicólogo infantil, un pediatra especializado o un siquiatra. Esta evaluación se realiza en un consultorio y dura un par de horas. Tu niño tendrá que hacer varias actividades usando juguetes y materiales educativos.
En los Estados Unidos, por ejemplo, por ley cada distrito debe contar con los medios para la evaluar, idenficar y planear programas para niños con algún trastorno del aprendizaje. En otros países pregunta en la escuela de tu hijo si existe algún programa similar.