La mayoría de las personas vivimos día a día tratando de cumplir con nuestras tareas personales, académicas, laborales, familiares o sociales y, generalmente, no sabemos por dónde comenzar.
Por otro lado, tendemos a deprimirnos y frustrarnos cuando nos damos cuenta de que las horas parecen no ser suficientes y que pasamos gran parte del día enfocados sólo en una de estas actividades, sin dedicar tiempo a las demás. Este desbalance cotidiano nos hace percibir el tiempo como un enemigo y desgasta nuestra energía de manera descontrolada.
¿Cómo terminar con este círculo vicioso?
En la media que logres ordenar las prioridades, tu relación con el tiempo cambiará positivamente y sentirás que tienes el control.
Para esto, debes hacer una lista de los objetivos que quieres lograr y organizarlos según importancia, describiendo cada uno de ellos lo más detalladamente posible. Incluye detalles como fortalezas y debilidades, las sensaciones que te provocan y tus pasiones. Mientras más detalles incluyas, será más fácil ordenarlos y alcanzarlos.
¿Cómo organizar las prioridades?
Por lo general, cuando hacemos una lista de nuestras tareas y objetivos pendientes, la llenamos con deberes y no nos acordamos de incluir en ella nuestros deseos. De esta forma, sucede que pasamos toda la vida enfocados en terminar las obligaciones, sin dedicar tiempo para cumplir aquellos objetivos que realmente deseamos y que nos traerán satisfacción.
Para lograr una lista que considere tus deseos, te aconsejamos tomar en cuenta los siguientes pasos:
Fotografía: Olya Kobruseva
- Evalúa la forma en que actualmente ocupas tu tiempo. Anota todas las actividades que realizas y el tiempo que ocupas en cada una de ellas. Así podrás compararla con tu lista de deseos y reconocer en qué estás invirtiendo tiempo de más.
- Enumera tus actividades según importancia. Ordena los aspectos de tu vida que tienen mayor importancia, como el trabajo, la familia, la salud, entre otros, y piensa en cómo te sientes respecto a cada uno de ellos y qué tan satisfecho estás.
- Reordena tu vida. Ahora que tienes enumeradas tus actividades y objetivos, de acuerdo con la importancia y el bienestar que cada uno te proporciona, puedes reorganizar tu tiempo dándole prioridad a aquellos aspectos que realmente son relevantes en tu vida.
Las prioridades no son siempre las mismas, van cambiando según los distintos eventos que suceden en la vida una persona. Por lo tanto, es recomendable que, cada cierto tiempo, te tomes unas pocas horas para revisar tu lista y reevaluar qué cambios necesitas realizar. En la medida que incluyas tus deseos y pasiones en tu lista de prioridades, lograrás cumplir tus objetivos importantes con mayor facilidad y en un corto plazo.
Alejandra Jiménez
Magíster en Teorías de Aprendizaje de la Lengua Inglesa